top of page

Respeto

Este es un proyecto que busca, además de proponer una alternativa a las pautas educativas de este sistema autoritario y productivista, alejarse de las dinámicas destructivas a las que este nos impulsa, con el fin de distanciar a las personas cada vez más, destruyendo el sentido de lo que realmente representa una sociedad y eliminando valores como la solidaridad y el apoyo mutuo.

​

Por ello dentro de RACC no queremos dar margen a actitudes que impongan autoridades o jerarquías entre ninguna persona. Este no es espacio para actitudes que busquen discriminar a otras personas por cuestiones de edad, genero, sexualidad o por razones de etnia o proveniencia geográfica; por muy normalizadas que estén en la sociedad.

​

RACC es un proyecto abierto a todas las personas sin importar su origen o condición social. Por eso busca crear espacios seguros para que todas las personas sin distinción puedan realmente tener la oportunidad de compartir y aprender igualitariamente, sin que sean siempre las partes privilegiadas de la sociedad las que salgan ganando. Aunque los esquemas sociales se esfuerce en dividirnos y jerarquizarnos este es un espacio para romper con esos esquemas y convivir y aprender en respeto e igualdad.

​

Si te interesa este proyecto y quisieras participar, nadie te impondrá ser de ninguna manera, pero para compartir espacios colectivos como este, hace falta cuidarnos entre todas y por ello quienes participen tienen que respetar unos acuerdos mínimos de convivencia.

​

El que cualquier persona dentro de RACC se sienta agredida, invisibilizada o violentada por otra es un tema lo suficientemente importante como para tratar de buscar una solución en colectivo (en el caso de que las partes afectadas no hubieran logrado solucionarlo autónomamente).

​

Lo personal también es político.

Conciencia

RACC es un proyecto que también busca actuar en consecuencia a la hora de plantear su funcionamiento diario, siendo consciente de las repercusiones de nuestro papel como personas en una sociedad de consumo globalizada.

​

Nuestras acciones tienen repercusiones y como consumimos no solo afecta a cómo aportamos o no a distintos ámbitos de explotación, sino en la normalización de ese consumo.

 

Por ello a la hora de utilizar algún material o producto vemos que es realmente importante reflexionar sobre su procedencia y de si existen alternativas. Los productos no nacen de los escaparates.

​

Así pues, una conclusión que hemos sacamos de aquí es que, en cuanto al material colectivo o financiado por un bote común, se trate de conseguir los materiales que incluyan el mínimo nivel de explotación posible (humana, animal y de la tierra), dentro de lo que se pueda (ya que en una economía capitalista como la de los países en los que vivimos no siempre es fácil o posible).

​

Hablar de este tema también está a nuestro alcance. A la hora de conseguir un material o recurso no está de más saber cuántas posibilidades tenemos para elegir y si alguna es mas ética que otra (Ejemplo: si un grupo de aprendizaje de teatro (por decir algo) necesita conseguir vestuario para una obra, a lo mejor cabe debatir si ese vestuario se consigue comprándolo en una macro cadena de ropa que explota a sus trabajadoras o si conseguirlo por una colecta, en una tienda gratis, etc).

​

También en el caso  de que por cualquier cosa una persona no se siente lo suficientemente informada en un tema o sobre que posibilidades hay para conseguir un material, siempre se puede preguntar a las demás. ¡Es también una manera de aprender!

bottom of page